miércoles, 3 de diciembre de 2014

CORRIENTES TRADICIONAL Y CLASICISTA DEL BARROCO ESPAÑOL. 

La arquitectura barroca española del siglo XVIII consta de dos corrientes muy distintas, en cuanto a características, tradición, clientela, y origen de los artistas.

- Barroco tradicional: continuaba la tendencia castiza al exceso decorativo iniciada en el siglo anterior, en el cual predominaba las construcciones religiosas.
- Barroco clasicista: auspiciado por la nueva dinastía borbónica, con artistas italianos y franceses. Tuvo su más genuina  expresión, en los palacios reales, aunque también, hizo obras importantes, de carácter religioso.

ESCULTURA BARROCA: 

Predominó durante todo el siglo,  la estética barrroca, vinculadas a las demandas de la iglesia; pero al mismo tiempo, la demanda entre reyes, nobles y burgueses, para decorar sus palacios, mansiones y jardínes, crecía, por lo que se desarrolló una escultura menos teatral, y acorde al gusto de la época, por lo refinado y elegante, ya es la estética del rococó.

Salzillo: EL broche de oro del barroco español (1707-1783)
Hijo de un escultor napolítano, afincado en Murcia, donde nació y pasó toda su vida. destaca su calidad como autor, y su obra, es abundante, y de temática, exclusivamente religiosa realizada en su mayoria, en madera policrómada e introdujo en España la tradición del Belén que recrea el nacimiento de Cristo.

LA PINTURA; EL ESPLENDOR BARROCO DE LA PINTURA VENECIANA:

En el siglo XVIII se impuso como moda, entre los hijos de aristócratas, el llamado Grand Tour que consistía en terminar su formación humanística visitando las ciudades de Europa más ricas en arte. El destino principal de Italia, era Venecia cuyo atractivo era su patrimonio artístico, y su carácter pintoresco. Destacaron dos grandes pintores barrocos: Tiepolo y Canaletto.


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